Crítica: ‘¡Rompe Ralph!’

‘¡Rompe Ralph!’ es un canto a la nostalgia, a la infancia pasada, a la amistad y al valor de ser uno mismo. La nueva línea de Disney, moderna pero con valores arraigados en lo clásico, vuelve a conquistar a partes iguales a pequeños y mayores: a los primero les presenta colores, personajes simpáticos y brillantes y un escenario lleno de golosinas, a los segundos les hace miles de guiños a su infancia, sus videojuegos y les ofrece una historia decente.

¡Rompe Ralph¡ es de esta manera una historia clásica sobre un personaje que se rebela contra su naturaleza en busca de la aceptación y que ha de reconocer su propio valor por si mismo, para convertirse en un héroe. El argumento nos cuenta como Ralph es un malo de videojuego que simplemente realiza su trabajo de romper un edificio que el protagonista del juego, Repara Felix Jr. ,  tiene que arreglar como su nombre indica. Se trata de un arcade tipo ‘Donkey Kong’ que se mantiene con relativo éxito en los recreativos de un barrio cualquiera de ciudad. El conflicto surge porque este villano no es malo de caracter, sólo un profesional, y se muere por tener amigos y vivir con el resto del los personajes y no en el vertedero, odiado por todos. Para ello marcha a otro juego para ganar una medalla de ‘bueno’ y campeón que le dé el respeto de sus compañeros. En este trance la lía pues con su torpeza además del premio se trae a otro villano, un bicho asesino que se cuela con él en otro videojuego, Sugar Rush, y que amenzará con atacar todo ese universo interno de los recreativos.

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El director es Rich Moore, director de series de televisión como ‘Los simpsons’ y ‘Futurama’, razón por la cuál ha sabido realizar lecturas diferentes para padres e hijo y encandilar a ambos. Dulces piruletas, personajes de Sonic, Street fighter, Mario Bros, Pac man y otros seres recurrentes del mundo virtual desfilan con gracia por los fotogramas. No obstante, se queda en un nivel global familiar, evitando como la fechas lo propician, chistes de humor negro, soeces o niveles de sacarronería propia de las citadas animaciones televisivas. No vive, por tanto, de gags y personajes graciosetes, lo que no significa que no haya humor ni mucho menos, si no más bien se mantiene a buen nivel gracia a un montón de simpatía y ternura. Quizás en algún momento, el edulcorante pueda resultar excesivo, ya que nos movemos en gran parte del film en un mundo, literalmente, de caramelos, pero el buen rollo general que deja lo compensa. Tampoco hallaremos un filme con trama romántica, al menos principal, ni, algunos lo agradecerán, nos hallamos ante un género musical. (A pesar de esto último no se podrá impedir sufrir antes del mismo film con la canción que lo abandera de manos del grupo juvenil de turno, Auryn, y que la historia interminable los perdone)Repetiremos: nos hallamos antes una película intensamente familiar, al igual que el otro estreno profundamente navideño que era ‘El origen de los guardianes‘.

‘¡Rompe Ralph!’ es sin duda una de las mejores películas sobre videojuegos que se han hecho y sigue además con la racha de la sección de animación de Disney por ordenador sin la mano de Pixar, aunque con la inteligente supervisión del sabio John Lasseter.  Se une así con un 8 merecido a ‘Enredados’ y esperamos que se siga el acierto en ‘Frozen’ al año que viene.

Por otro lado, al igual que hiciera las películas de Pixar, antes de ‘¡Rompe Ralph!’, los románticos se verán saciados con un precioso corto,’Paperman’, que nosotros nos dejaremos, como perfectos ñoños que somos, un rato en la retina y en la memoria.