“Blancanieves”, la elegida para los Oscar.

Lo que era un rumor generalizado se ha convertido este mediodía en realidad: “Blancanieves”, de Pablo Berger representará a España en la carrera por el Oscar. A las doce en punto comparecían ante los medios de comunicación Bárbara Lennie y Alberto Ammann, junto al presidente de la Academia de Cine Enrique González Macho con la misión de anunciar la cinta que entrará en la carrera por el premio a la mejor película de habla no inglesa en la 85 edición de los Oscar. “Blancanieves” deja en la cuneta al filme de Fernando Trueba “La artista y la modelo” y a “Grupo 7”, de Alberto Rodríguez.

Lo cierto es que nombre de Pablo Berger no tenía el mismo peso que el apellido “Trueba”, ni tampoco el respaldo de la taquilla que logró “Grupo 7” (se estrena al gran público este viernes), pero esto no ha sido impedimento para que la adaptación libre del clásico “Blancanieves” haya conquistado los corazones de la mayoría de los académicos. Y es que Berger no ha hecho más que lograr elogios con un filme tan audaz como original. Porque esta “Blancanieves” vive en la España torera y castiza, porque es en blanco y negro, y porque además es muda.

No piensen ustedes que el cine patrio va con un año de retraso respecto a las modas. Esta obra poco o nada tiene que ver con la triunfadora del pasado año “The artist”. “Blancanieves” no es un gracioso divertimento con perrito acróbata. “Blancanieves” es un dardo envenenado y el retrato de España más cruelmente real desde “Los Santos Inocentes”.