Pre-crítica de «Skyfall». Vuelve Bond.

Pensarán ustedes «¿De qué demonios habla este individuo?¿Qué narices es una pre-crítica?». No se preocupen. Se lo explico. Una pre-crítica es un termino de invención propio, acuñado hace escasamente un par de minutos por el aquí firmante. Situemos el origen de tan innovador concepto: estaba yo sentado placidamente en el sofá de mi casa, cuando un informativo de ámbito nacional se hacía eco, en los minutos de la basura (Así es. La cultura, en los informativos de este país es algo residual) del nuevo trailer de «Skyfall», la última de James Bond. El atractivo de la noticia radicaba en el tiempo dedicado al villano del filme: nuestro Javier Bardem. Pero no para un servidor, que estaba en plena epifanía.

Y es que resulta que el trailer me encantó. El mérito radica en que nunca me han gustado las películas de James Bond. Digo más: siempre me han parecido solemnemente aburridas. Paras gustos, los colores. Arriesgando podría salvar aquel «James Bond contra Goldfinger» y, pillandome los dedos «Casino Royale». Sin embargo, el aroma de este filme era diferente. «Esto se merece un pre-crítica», pensé yo en un alarde de creatividad. Pues «voilà».

Al parecer, «la lealtad de Bond hacia «M» (Judi Dench) se ve puesta a prueba cuando el pasado de ella vuelve para atormentarla», o eso dice la sinopsis oficial, pero la cosa tiene más miga. Tras la filtración del nombre de varios agentes secretos infiltrados en diversas organizaciones delictivas (adecuadamente eliminados por sus «compañeros» terroristas), la seguridad mundial pende de un hilo. La lástima es que Bond fue asesinado hace años… o eso se creen. El rubio agente disfruta de un feliz retiro aprovechando su aparente muerte, hasta que el deber le llama de nuevo. Ya no es el mismo. Está oxidado. Los años son los años, pero donde hubo fuego siempre quedan brasas. El agente 007, puro romanticismo con esmoquín, cabalgará de nuevo hacía una muerte casi segura.

Western crepuscular. Si en vez de Daniel Craig fuese Clint Eastwood, nos lo creeríamos. Si en lugar de James Bond se llamase William Munny, nos valdría. Si en vez de «Skyfall» el título fuese «Sin Perdón», sería apropiado. La nostalgia que emana de la primera mitad del trailer no tiene precio. La segunda mitad decae entre explosiones y disparos, pero ahí está para salvarlo Javier Bardem. Los 20 segundos que pasa por pantalla conquistan al más pintado. Podríamos hablar ya de una nominación segura al pre-Oscar a mejor actor de reparto.

En definitiva, no se arrepentirán de los dos minutos dedicados al trailer de «Skyfall». Brillante dirección la de Sam Mendes, pura elegancia en los planos y gran duelo de rubios entre Craig (natural) y Bardem (de bote). No se lo pierdan.

Por cierto. Gracias por formar parte de esta experiencia pionera y, si les ha gustado el término pre-crítica, es suyo. ¡Total, ya está casi pasado de moda!