Crítica: ‘El llanero solitario’ (que nunca está solo)

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‘El llanero solitario’ es uno de los fracasos estrepitosos de Disney este verano ya que se ha dado un batacazo en la taquilla norteamericana. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, tanto los buenos como los malos, no es para tanto. Nos hallamos ante el equipo de Jerry Bruckheimer, Gore Verbinski y Johnny Depp (también productor ejecutivo) que siempre ofrecen al menos una sesión de entretenimiento decente.

El llanero solitario es una película para toda la familia, con acción, toques de humor y el mítico espacio del Oeste, pero ante todo nos hallamos ante otro ejercicio de gracietas y disfraces del señor Depp, que es el absoluto protagonista por encima del forájido vaquero. De hecho su nombre sale en los creditos antes del título y, sólo después de esto, vemos el nombre de Armie Hammer(los dos gemelos de ‘La red social’ de Fincher) que puede seguir la suerte de Brandon Routh(‘Superman returns’) o Taylor Kitsch  (‘John Carter’) si el film no amortiza la taquilla a nivel mundial. Ambos dos son dignos actores con buenas interpretaciones, aunque en este dúo quizás nos hace falta un poco más de Llanero y un poco menos del indio Toro( llamado Tonto en inglés). Ya se sabe quien paga manda y por ello no se aprovecha al héroe lo suficiente, que carece de lado épico y pide un poco más de trasfondo, cosa que si tiene el compañero salvaje de batalla que busca una venganza para toda su tribu, resuelve diversos entuertos y para más inri narra la historia de principio a fin.

Por lo demás el argumento cuenta el típico argumento que mezcla la sed de plata, de conquista del oeste, con la implantación del ferrocarril de por medio, los indios como falsos enemigos y un par de hombres que buscan justicia y venganza a partes iguales (y en este caso con gotitas de humor y efectos especiales bajo un intensa luz del sol). Cuenta con dos escenas espectaculares una casi al principio y una al final donde hallamos cruces y descarrilamientos de trenes y vagones bastante efectistas, entremedias la historia pierde agilidad en las idas y venidas de un ranger novato que duda en cuando tomar la verdadera justicia por su mano, es decir, el camino del héroe que aunque motivado desde el principio, como se dice en la senda del personaje tipo, tarda bastante en hacer uso de la espada que le cae en las manos y devolver el mundo a su equilibrio. Claro está también el personaje de Depp se interpone intentando robar el liderazgo que no puede ser del todo porque es el secundario gracioso que no decide a quedarse en su sitio, aunque salva las escenas más lentas. En este discurso también se desacelera el ritmo a causa del mecanismo de narración elegido: el flashback es el camino que toma la historia que se interrumpe en demasiadas ocasiones para volver al presente donde un Toro viejo le relata a un niño este cuento y muestra la continuación de sus manias y payasadas.

El resultado de este guión destensionado a ratos es de la mezcla extraña entre los guionistas de ‘La búsqueda’ y todos filmes de ‘Piratas del Caribe’ , Terry Rossio y Ted Elliot, y  Justin Hayes no precisamente experto en el género de aventuras y autor de ‘La sombra de un secuestro’ con Robert Redford y la dramática (y para nuestro gusto genial)’Revolutionary Road’. En cualquier caso, ‘El Llanero solitario’ es diversión, la justa que promete al ver sus trailers, ni más ni menos y cuenta con una lógica interna más poderosa que por ejemplo la sobrevalorada ‘Elysium’ hasta tal punto, que el héroe errante, tras pasar al otro lado y romper las reglas, al igual que John Wayne, salvando, dios me perdone, las diferencias, regresar al hogar perdido. Así el ‘LLanero solitario’ errante, aunque nunca solo, se convierte en leyenda, o lo intenta.