Crítica: ‘Epic: el mundo secreto’

crítica epic el mundo secreto

‘Epic: el mundo secreto’ es una fábula sobre la naturaleza, la importancia de la fe, las cosas pequeñas y el equilibrio entre el bien y el mal. Si nos adentramos en este film podremos disfrutar de un colorido y unos personajes brillantes a nivel visual, así como un despliegue de agilidad en las escenas de grupo, de batalla o de vuelo, pero por todo lo demás nos hallamos ante una cinta convencional que pierde fuerza al introducir como punto de vista de este mundo delicado y mágico al humano de turno y añadirle  unos protagonistas flojos.

‘Epic’ dibuja con preciosismo un mundo y unos seres pequeños y únicos: hadas, flores, pájaros, y un ejercito verde que protege a la reina del bosque. Esta es esencial en el ciclo de la vida pues es quien permite que resurja la vida y reverdezcan las plantas. De ahí que cuente con unas tropas tan especiales, casi mosqueteros de Dumas a pequeña escala, para su protección. Estos siempre deben cuidar de los seres malignos que tratan de sembrar la podredumbre y sueñan con acabar con la vida de ese excelso jardín. Es la historia de este universo diminuto lo interesante del film: las relaciones entre los hombres hojas y su fidelidad extrema, la lealtad del capitán Ronin a la reina Tara, en donde hay un trasfondo sutil que enriquece sus lazos y la fábula, el sacrificio de este mismo al hacerse cargo del hijo de su amigo muerto y el proceso de elección de nueva reina.

epic el mundo secreto

Sin embargo, lo que se convierte en guía de la película es la introducción mágica, como ya dijimos, en este mundo de una chica humana que, tras morir su madre, es enviada a  vivir con su padre, quien perdió hace años a la familia por su afán de descubrir la existencia de estos hombre hoja. Así la humana se ve reducida y comparte la aventura con el resto de seres, a los que ayudará en su lucha, esperando ser devuelta a su estado normal al ganar la batalla. Sinceramente, poco nos importa, ya que no existen elementos que de verdad la hagan participe del conflicto y el suyo propio queda poco definido.A su lado, el otro protagonista es un joven rebelde y huérfano, aspirante, casi a su pesar, a hombre hoja. Estos dos personajes se aferran a no crear vinculos con los suyos y a definirse como diferentes sin más, lo que les hace parecer poco simpáticos en medio de un carrera contrarreloj y a vida o muerte. Sólo con la moraleja final llegará algo de perdón del público para ellos dos.

epic el mundo secreto william joyce

De esta manera, el potencial de la obra juvenil-infantil de William Joyce, aunque genialmente ilustrada, se desperdicia, pues quedan deshinchados su mensaje y su genuina candidez de cuento puro. Algo parecido le pasaba a otras de sus obras adaptadas al cine, ‘El origen de los guardianes’( que no a su ‘Descubriendo a los Robinson’ de Disney), la que, por otro lado, aunque también limitada en humor respecto a lo acostumbrado en animación, no le costaba emocionar o empatizar con algún rincón secreto del espectador.

Puede que el hecho de que el guión se haya realizado a 10 manos (James V. Hart, William Joyce, Daniel Shere, Tom J. Astle, Matt Ember) tenga algo que ver en el resultado. Incluso el director, Chris Wedge(Ice age: la edad de hielo), se incluye dentro de los créditos de guión, aunque, al menos, salva con la planificación de las escenas de acción gran parte de la trama.

En conjunto resumimos: espectacular a nivel visual,Epic: el mundo secreto’ desaprovecha lo que tiene de genuino y original para seguir el camino de otras tantas historias del género, llegando a forzar el elemento romántico y hacer amago de musical. Cabe destacar  de forma positiva la banda sonora de Danny Elfman y los temas de Snow Patrol y Beyonce.