‘Las aventuras de Tadeo Jones‘ es una película que se resumiría como un film de prometedor estilo visual y técnico dentro de la animación española. Esta película demuestra como nuestro cine una vez puede hacer grandes cosas cuando le dan los medios, pero que debido a esa insuficiencia de recursos e infraestructura normalmente vamos con un poco de retraso.
‘Las aventuras de Tadeo Jones’ da lo que promete su trailer, una peripecia clásica de un héroe cotidiano que por un momento consigue hacer sus sueños realidad: Tadeo es un albañil que sueña desde la infancia con ser un arqueólogo de reputada fama y tras un traspiés en el aeropuerto consigue sustituir a uno en una misión para encontrar una ciudad inca perdida.
La base del personaje de Tadeo Jones es que sus anhelos de grandeza están muy alejados de la realidad y el contraste, al hallarse frente al reto, es la comicidad y el gancho del mismo. Puesto en acción, sin embargo, se intenta tomar en serio al protagonista y ese humor latente se deja a personajes secundarios. Es decir podemos ver al chico saltando de un tren a otro o a una soga cuando el suelo se hunde bajo sus pies, corriendo y escapando de una manada de mercenarios, sorteando piedras y balas, todo, además con bastante calidad técnica, pero ni un chiste ni un buen diálogo, ni siquiera una gestualidad exagerada acompañan al ‘pez fuera del agua’. Sólo se deja apuntar la potencialidad de personaje, que a pesar de su simplicidad cae bien y hasta resulta tierno.
Así la comedia recae, como sucede en la mayoría de pelis de dibus, en los personajes de reparto, entre los cuáles no puede faltar un par de animalitos simpáticos, una momia con recursos yun liante con mucha cara. Este curioso grupo se compone de Jeff, el perro de Tadeo, un tontorrón que recuerda un poco a Odie, Belzoni, un lorito mudo que emplea descarados letreros para decir lo que piensa y un peruano medio feriante y medio timador, ayudante de Sara, la hija ‘buenorra’ del arqueólogo. Este último es doblado por José Mota, que, aunque no lo hace mal, no aprovecha tampoco del todo el personaje al no interpretarlo sino incorporarlo a su propia idiosincrasia, es decir, no habla como un nativo ni hace ninguna referencia a su configuración ni origen (que para eso ya lo ha pintado claramente, pensarán sus creadores). Suponemos que algo parecido sucederá con José Corbacho que dobla a este tipo en la versión catalana.
Con todo esto, aún el guión se queda corto, a las puertas de una historia genial. Si bien al director Enrique Gato no se le puede reprochar su labor, ya que, aunque hay ciertas carencias en alguna secuencia y en ciertos detalles de composición ‘material’ en sus ‘actores’ digitales, son errores perdonables. El libreto está así por explotar y si ‘Las aventuras de Tadeo Jones’ consigue un éxito en un lanzamiento global (se trata de una apuesta ‘internacional’) esperamos que haya una segunda peripecia que nos demuestre todo eso que aún le queda por enseñar.