Crítica: ‘Lucy’ de Luc Besson

Crítica de 'Lucy'

Crítica de 'Lucy'

‘Lucy‘ es la última película dirigida por Luc Besson y vendida por los medios como una las mejores películas del realizador en los últimos años. Evidentemente es cuestión de gustos y una verdad a medias: Besson en los últimos tiempos se ha dedicado a producir y escribir, pero en la dirección ha hecho cosas tan flojitas como las películas sobre ‘Arthur y los Minimoys’, ‘Malavita’ o »Adele y el misterio de la momia’. De acuerdo, si las comparamos con estas, es cierto, Lucy es de lo mejorcito. Sin embargo, no se consigue centrar y el film decae según avanza.

‘Lucy’,  protagonizada por Scarlett Johansson, que aunque no elige siempre bien sus personajes siempre está divina (guapa y eficaz), tiene una buena tesis. El problema es que aunque parece decantarse  por una película de acción con toques de ciencia ficción, termina queriendo ser una película de reflexión, medio mística. Es decir, empezamos viendo ‘El quinto elemento‘ y acabamos en un pastiche entre ‘Matrix’ y ‘Her’.

El argumento, para que os hagáis una idea del lío, cuenta como una chica al entregar el paquete de un amigo a un oscuro empresario japonés, es raptada por unos narcotraficantes para convertirla en mula de una nueva droga que quieren extender por todo el mundo. La mala, o buena, suerte es que la bolsa de droga se abre en su estomago y es absorbida por su organismo. La droga, poderosa en tal cantidad, activa el cerebro de Lucy, que empieza a usar, poco a poco, toda su capacidad. Así ella decide hacerse con el resto de las drogas de otras mulas, no se sabe muy bien para qué (ni ella lo sabe) y vengarse de sus captores. Cuenta con más inteligencia y dominio mayor sobre su cuerpo, su mente y sus emociones, incluso sobre el dolor. Al mismo tiempo, tiene otro objetivo pasar toda la información que está consiguiendo gracias a su ‘evolución’ a un científico especializado en el cerebro. ¿ Conseguirá todas sus misiones?

La respuesta es: si y no. Se observa en este filme una falta de foco. Parece que no se sabe muy bien que es lo que importa contarse y al final se opta por contar todas las historias a la vez: la del narcotraficante, la del profesor de universidad, la de la chica raptada y que busca venganza, la de la policía y las mulas humanas y la del sentido de la vida y el secreto del cerebro humano. Claro todo esto es muy difícil de unir con una sola línea y no se consigue. Vamos perdiendo fuelle a medida que tratamos de pasar de la vertiginosa acción de una mujer poderosa que mata y dispara sin fallo alguno, a su descubrimiento de La Verdad Existencial. Al principio el montaje con imágenes metafóricas ayuda, pero luego se vuelven ridículas e innecesarias.

Además tras los primeros 20 minutos, los realmente interesantes, el guión, de Besson por supuesto, se precipita y parece ir sobre la marcha. Pasa de una idea brillante a una resolución algo pueril en su intento de trascendencia. Eso sí, las imágenes y la voz de Johansson son bastante hipnóticas. Los demás no llaman mucho la atención y Morgan Freeman, muy correcto, tiene un papel casi de narrador, porque pasaba por allí y también tiene un tono vocal imponente.

‘Lucy‘.  en resumen. parte de un buen planteamiento y entretiene, pero se pasa de ambiciosa en cuanto a temas, no termina de convencer en lo trascendente y desaprovecha el filón de la historia de ciencia ficción.