Crítica: ‘Mòn Petit’, un viaje al optimismo y a la superación

‘Món petit’ o ‘mundo pequeño’ es un documental sobre Albert Casals y su forma de vivir la aventura de la vida viajando. Aunque en este caso nos hallemos ante un género de no ficción, nada tiene que envidiar esta historia a un largometraje de los convencionales, pues en él hallaremos una historia real llena de amor, de superación y de optimismo sobre la vida de su protagonista y su empeño de viajar por el mundo.

Món petit’ tiene una peculiaridad, por decir una, Albert es parapléjico, pero esta no es para nada una limitación para su deseo de viajar, sino un estímulo para la vitalidad y el optimismo más increíble. A este torbellino vital, ademá,s le gusta, por otra parte, viajar sin dinero, lo que algunos les chocará, a otros puede que les desagrade y a otros les enseñará una lección importante: las barreras de nuestros sueños nos las ponemos nosotros mismos. El mundo puede ser pequeño si nosotros queremos. Este es el mensaje: ¿Por qué esperar para ser feliz?

mundo pequeño

Mundo pequeño acompaña, cámara en mano a Albert y a Anna, su novia, que parten de Barcelona para llegar haciendo autostop, colándose en trenes y autobuses, durmiendo en playas, en la carretera o con ayuda de las personas que se encuentran en el camino, hasta el faro de East Cape en Nueva Zelanda. Esta travesía les hará pasar por Roma, Rumania, Albania, Turquía, Damasco, Petra, China, Tailandia, Malasia o Australia y durante el recorrido conocerán gente, verán lugares únicos y pasarán por algún que otro mal momento, que superaran con energía.

A las imágenes cámara en mano se le contraponen los testimonios de la familia y amigos de estos chicos de menos de 20 años e imágenes y videos caseros de la infancia de Albert, un poco para mostrar como se ha forjado su carácter valiente y su relación con Anna y su pasión por los viajes. Así la primera persona, el mismo Albert, que cuenta el documental se enriquece dando una visión más completa, al tiempo que el equipo de grabación nos dejará alguna  imagen de recurso de los paisajes surcados, aunque no se hará realmente consciente hasta el final de la senda, al llegar a Nueva Zelanda.

Allí es donde nos regalan algún que otro plano más espectacular. Es este quizás el lado donde más flojea este documento, pues oímos y comprendemos lo que significa este camino tomado, pero apenas podemos verlo, quizás porque como dice nuestro protagonista la presencia de cámaras de verdad hubiera obstaculizado el viaje y deformado la experiencia libre y real que conlleva. No osbtante, no se hace necesario sino más bien accesorio, así como el viaje es una excusa y la silla de ruedas un objeto que nos llama la atención, pero este, como ya habréis entendido, no es el tema principal.

Otro de los defectos del film es el aire televisivo que respira, lo que por otra parte le da una frescura que en ciertos momentos se agradece.

Marcel Barrena es el artifice de este proyecto que vamos a calificar de feel-good movie, porque al igual que los largos de ese apartado, consiguen dejarte un buen sabor de boca y arroja luz y color sobre un panorama tan gris como el que vivimos hoy. De ahí que el documental haya obtenido el premio de la IDFA( International Documentary Film Festival Amsterdam), de momento, ya que es posible que gane alguno más.

Así que ‘Mòn petit’, o ‘Mundo pequeño’, es una de nuestras recomendaciones desde Bitacine y por ello, os dejamo aquí el link de su web para que podáis informaros de donde poder verla. Su estreno es este 15 de marzo.

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