Crítica: ‘Ninja Turtles’ (Las Tortugas Ninja 2014)

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‘Ninja Turtles’ o ‘Las Tortugas Ninja‘ 2014 son la vuelta de las tortugas mutantes más molonas del cine y quizás algo más cercanas a nuestra imagen de mutantes que los X-Men (y desde luego mucho más cómicas). La buena noticia de este film para sus fans nostálgicos es que conservan el aire de antaño, sus personalidades e historia y se añade unas increíbles peleas y diseños visuales. La mala noticia es que nos encontramos como entonces (la primera cinta es de 1990) con una película irregular, muy divertida, pero con fallos de guión y  para un público más bien infantil.

Ninja turtle es una historia muy entretenida, cortita e hiper-rápida, que funciona a modo de presentación ligerita de personajes, pues se huele a kilómetros la intención de saga y la mano de Michael Bay. Jonathan Liebesman parece la mano ejecutora, pero carece de un estilo definido ya que el que aquí ha repartido el parné es el responsable del diseño visual, de personajes y el coreografo de la acción. Decimos esto porque mucho se habló de las diversas reescrituras de guión y cambio de guionistas, cuando la cosa no es que sea precisamente complicada y menos viendo que tampoco se han comido la cabeza: un par de líneas resumen el argumento (con un par de flashbacks  que rayan lo tópico y casualidades certeras) y un par de diálogos hilan entre escena de acción vertiginosa y otra.  Esto es: el crímen asola la ciudad de Nueva York de la mano del Clan del Pie y su líder Schreder, que planean infectar la ciudad de un virus letal, frente a lo que las tortugas ninja saldrán de su escondite para impedirlo.

La historia se cuenta con los detalles conocidos: nacieron de un experimento con una sustancia mutógena y han crecido en las alcantarillas escondidos de la gente que les hace daño. La rata más mayor que ellos para protegerlos no sólo les enseña a esconderse sino el arte del karate para defenderse, ser invisibles y luchar por el bien, en le momento que se requiera. Vamos que además de ser su forma segura de vida, les da una misión vital. En el libreto, desafortunadamente, se mantienen un par de vacíos: el relato del moco verde se deja para la secuela, el personaje de April y el despedazador es demasiado simple y cuando llegamos al desenlace todo es demasiado fácil, e incluso faltan datos( y no sabemos bien si es porque han cortado cosas en el montaje, se les ha olvidado, no lo hemos visto porque todo va  muy deprisa- y hemos pestañeado- o porque confían en un espectador  ya entrenado en la mitología de las tortugas y en el sinfín de explosiones de Bay, véase ‘Transformers 4‘)

En cualquier caso, lo realmente importante es ver la actualización de las tortugas y su chispa y conexión con el público y en ese punto funcionan a la perfección: son simpáticas, graciosos, entrañables y a la vez ninjas. Quizás a los más viejos nos parecen demasiado musculadas, acostumbrados al traje de goma, y April, Megan Fox con poco esfuerzo, es poco intrépida e inteligente, luciendo mucho palmito y los morritos que caracterizan a la actriz (vamos que podría haber sido cualquiera un poco mona). Por otro lado, en cuanto a los mutantes, la rata, vuelve a pinchar, siendo como en todas sus recreaciones la menos lograda, porque en lugar de darle un pasado ninja u ‘oriental’ la disfrazan del mandarín de ‘Iron man 3’ y se pasan trabajando el brillo del morro y los ojos, a punto de gotear en cada plano. Daniel Woodburn, además, da simplemente la talla, ya que como se informó en otros posts, el carácter de Splinter (o maestro astilla) se lo da la voz y el actor ha sido, como en el caso de Leonardo- Pete Plotzec  , doblado.

En conclusión, ‘Ninja Turtles‘ aprueba en la esencia, que son lo majas que son las tortugas y lo espectacular de sus artes marciales, aunque sus escritores no se tomen su historia con toda la seriedad que debieran. Pronósticamos que mejoraran en segundas y terceras partes.