Crítica. Pollo con ciruelas

Pollo con ciruelas

‘Pollo con ciruelas’ es una genial adaptación del cómic de Marjane Satrapi con el mismo nombre. Quizás el hecho de que la misma autora sea la directora del film ha logrado que se trate de una traslación y cabe decir que un perfecto ejercicio de conocimiento del medio, aprovechando al máximo los efectos, la música, los actores, el montaje y el color.

‘Pollo con ciruelas’ es un drama muy particular, con toques de humor, y un trasfondo amoroso, que termina siendo principal. Un músico iraní a finales de 1958 pierde las ganas de vivir al romperse su instrumento. La película recoge los 8 días que pasa esperando a la muerte. Por supuesto, como uno se puede imaginar no se trata de una muerte al uso, pues se aprovecha para mezclar imágenes del futuro, del pasado, cuentos persas e incluso una conversación con la muerte.

El esquema del extraño cuento sigue el creado en el cómic y la mayoría de las ‘peripecias’ se recogen con quizás una pizca más de ironía. Además los efectos usados para episodios como los del humo, el relato de animación introducido por el ángel de la muerte, las ideas de suicidio, las flores de jazmín derramadas en la escena romántica y alguno de los decorados le añaden al producto una estética con un plasticismo muy rico y a la vez mágico y nostálgico, por encima del nivel que proporciona la versión de papel.

A su vez los actores son un elemento clave para el film ya que cada uno de ellos le confiere alma a los personajes, se meten en su piel y con la elección de algunos se suma pimienta a la historia. Ejemplos de ello, son Mathieu Amalric (‘Quantum of Solace’, ‘Visage’, ‘Adele y el secreto de la momia’) como el violinista suicida, o su aparente tirana mujer María de Medeiros o la guapa Golshiteh Farahani (‘Encontrarás dragones’, ‘Red de mentiras’). Pero los papeles pequeños son los que más ponen de manifiesto los matices: Isabella Rosellini es la madre del artista sin precio, Jamel Debbouze (‘Háblame de ella’, ‘Astérix y Obelix: misión Cleopatra’, ‘Amelie’) en dos papeles distintos es un guiño para los fans del cine francés y Chiara Mastroianni una femme fatale fugaz pero cautivadora. Uno acaba amándolos a todos, cada uno con su personal tragedia.

Imaginamos que no hay nada como tener las ideas claras y amor al libreto para conseguir un resultado tan digno y bello. De nuevo Satrapi se une al ilustrador y cineasta Vincent Paronnaud, con quien ya resumió los cuatro tomos de ‘Persépolis’, su otra novela gráfica.

Lo que está claro es que para ser la primera colaboración Satrapi-Paronnaud en cine con actores reales, ya que la anterior fue toda de animación, ‘Pollo con ciruelas’ es un ‘estreno’ increíble. Razón por la que deseamos que no dejen esta afición, que generará tanto placer como el rico plato citado o la bella música del amor. ¿Sin estos placeres de qué vale vivir?

Aunque ya os dejamos el trailer original hace poco, he aquí la versión en español.

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