Poltergeist 2015, un clon desaprovechado

poltergeist 2015
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Poltergeist 2015, un clon desaprovechado

 

Poltergeist 2015 trata de traer el clásico del cine fantástico de los años 80 al siglo XXI para las nuevas generaciones, sin embargo, no lo ha conseguido. Cierto es que la tarea de un remake de tales dimensiones es siempre difícil, sin embargo, el mayor de los problemas de esta versión copia es que a la hora de abordar el relato moderno, ni añade nada (ni lo intenta), ni se ciñe a ciertos detalles especiales.

Poltergeist 2015, no obstante, no resulta tampoco un despropósito, pero desde luego desaprovecha los puntos esenciales del original sin decidirse a tomar un nuevo camino tampoco. Hay que entender que todo el mundo conoce la historia de ‘Poltergeist’, casa encantada por espíritus, del cementerio sobre la que se ha construido, que deciden raptar al alma más pura del hogar para que esta les lleve hacia la luz y salir de la desesperación, con el problema de que entre los fantasmas se halla uno maligno que reina sobre todos. Sin embargo, en esta traslación de 2015, el concepto misterioso fantástico es sustituido por uno simplemente terrorífico, y se elimina el concepto familiar en gran medida. La historia es totalmente oscura, sin por ello sumergirse en las posibilidades de esto y de los avances en materia de efectos especiales. Eliminamos la parte fascinante, pero para resumir no lucimos a esos muertos ni su perversidad (y eso que se cuenta en la producción con Sam Raimi, que ni siquiera parece haber echado un vistazo al film, también desprovisto de cierto humor subyacente)

Tampoco opta por pintar de oscuridad psicológica o social a los fantasmas del poltergeist. En el terreno de lo familiar parece haber cierta sombra (cosa que se veía también la secuela ‘poltergeist 2’) pero que sin embargo tampoco se toma: ni la desafortunada situación laboral del padre, ni la económica en general es empleada como un trasfondo para el monstruo, ni siquiera cuando se atisba un cierto gusto paternal por el whiskey . La tragedia se aligera y se cambia el punto de vista: los niños toman más protagonismo, hasta el punto que en lugar de tener una historia de lucha madre-hija, se trata de la de los dos hermanos pequeños.  Eso si, en cualquier caso, este  queda en general bastante tamizado y se guía a la audiencia a ciertos puntos de tensión muy contados y no suficientes para cambiar nada ni para hacerse un hueco en la memoria del espectador.

poltergeist 2015
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Se mantienen, que duda cabe, los momentos clave, que hacen reconocible el remake y sus ya tópicos cinematográficos: la tele, las luces, las escaleras, el armario, los payasos, el árbol, el ambiente anodino y algo inhumano de los suburbios inmensos y los barrios idénticos, los profesoras de ciencias paranormales y el ayudante escéptico. Nos falta un vidente peculiar, que ha sido reemplazado por la figura del ‘hermano mayor’ de lo paranormal y cazafantasmas televisivo, que aunque no deja de resultar simpático, de hecho es el único que le añade algo de humor, es menos carismático que Tangina y menos peculiar.

Evidemente el ‘Poltergeist'(2015) no es el de 1982, ya que ni cuenta con Tobe Hooper ni con Steven Spielberg, sino con Gil Kenan (‘City of Ember’, ‘Monster House’) y David Lindsay-Abaire (‘Robots’, ‘Oz, Un mundo de fantasía’, ‘El origen de los guardianes’, ‘Corazón de tinta’). Lo curioso de este cambio, es que no sabemos, si por las diferentes revisiones de guión on decisiones de la productora dos cineastas con claro bagaje infantil hayan hecho un producto tan poco especial, entrañable o fantástico, sobre todo siendo el punto de partida de la película original. Suponemos que la obligación de ser reconocidos como ‘Poltergeist’ les ha obligado a no separarse en ciertos puntos del argumento y la decisión de no meterse de lleno en lo terrorífico y moderno, lo que les habría colocado al lado, muy cerca, de ‘Insidious’ y otros sucedáneos de la factoría Wann, les ha dejado en un camino intermedio en el que no logran aportar nada nuevo, lo que no satisface a los viejos fans ni generará unos  nuevos.