Crítica: ‘Thor: El Mundo Oscuro’ no termina de salir a la luz

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‘Thor: el mundo Oscuro’ era una de las películas más esperadas de la fase II de Marvel y que nos llevarán al colofón de los Vengadores II (‘Los Vengadores: la edad de Ultron‘) allá por verano de 2015.  NO obstante, aunque este film cumple lo suficiente queda por debajo de su antecesora, ‘Thor’.

‘Thor: el mundo Oscuro’ nos devuelve a las aventuras en Asgard que por su situación estratégica y como guardiana de los nueve reinos, involucra a la Tierra en sus conflictos. No nos falta batalla por tanto ya que Thor es quien debe responsabilizarse de la paz en todos y cada uno de esos mundos, lo que no le da descanso. Esta es la única introducción de los personajers, ya que damos por sentado que todos los espectadores ya conocen las anteriores películas de Marvel( y con ello el bagaje de cada uno). Contando con esto, los roles de cada uno ya están fijados y en este film en particular no hay cambio alguno. Chris Hemsworth sigue siendo el musculoso principe, hijo de Odin y hermano del traidor Loki, que lucha con valor, una pizca de brabuconería (por el conocimiento exacto de su fuerza) y algo de cansancio por no poder estar con su amada Natalie Portman, alias Janer Foster,( quien tiene como mayor merito aparecer mejor vestida y muy guapa). Ninguno de los personajes citados cambia en estas actitudes y posiciones en todo el film, aunque traten de engañarnos en algún momento. Los conflictos están hechos para que avance la acción y entretengan con efectismo emotivo( hay amor, perdida, familia)  o de batalla al publico asistente.

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Esto se traduce en más dinamismo y tono lúdico, pero menos épica y argumentación, cosa que parecía por otro lado inevitable al perder el, por decirlo de alguna manera, toque shakespeariano de Kenneth Brannagh, en favor del más comercial Alan Taylor( ‘Juego de Tronos’, ‘Los soprano’ y, atentos, el nuevo ‘Terminator‘). Este cambio de director afecta también claramente en un humor más presente que en la primera entrega, aunque extraña la falta de resolución clara del film, cogidito con pinzas y un poco por casualidad, como si no importará el cómo, sino como si se tuviera asumido que Thor no puede fallar. Hay poca profundidad o poco tiempo dedicado al cómo acabar con el malo, Malekith el elfo oscuro. Este, por su parte  tampoco importa demasiado, también es un enemigo, al azar o sin trasfondo (lo que algunos llaman contrahistoria) que no conecta del todo, quizás porque el personaje de Loki, con su venganza y odio familiar más interesante, se lleva todo el protagonismo ‘antagónico’en las escenas en las que sale . De esta, por tanto, Tom Hiddleston vuelve a salir como triunfador de nuevo. A quien le interese las leyendas de los elfos oscuros les remitimos a dos películas donde se muestran mejor ‘Hellboy II: el ejercito dorado’ (en la que la leyenda inicial de los malditos es más bonita y eficaz) y ‘El hobbit: la desolación de Smaug’ (que nos mostrará una vertiente oscura más salvaje o naturalisra pero menos malvada de esta raza)

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No obstante, para los fanáticos, es un placer ver el martillo de Thor en movimiento y un héroe en estado puro, esa vertiente sin fisuras y sacrificado en un mundo siempre a punto de destruirse, ideal que también cumple la bondad ‘local’ del Capitán América. El asgardiano cuenta con el plus que le permite su naturaleza extraterrestre y sus entornos fantásticos, es decir que gracias al origen asumido del salvador las excentricidades de criaturas, poderes y lugares extraños y maravillosos son en un conjunto, posibles y creíbles desde el principio (y no risibles como sucedía con los personajes negativos y algún secundario de la aventura del vengador de barras y estrellas, tan’ atada’ a la Tierra). Quizás por este alarde de leyendas, mitos y planetas, amores y opciones imposibles y sobrehumanas es que nos gusta Thor y podamos transigir con la vaguedad con la que los conflictos se solucionan  en este caso y con una peripecia más olvidable.

‘Thor: el Mundo Oscuro’ se estrena este 31 de octubre de 2013 y avisamos llega con dos escenas finales para los créditos, una a mitad  y otra al final del todo, aunque los hemos visto con más gancho en los finales de los filmes de la fase I. No os desvelamos más sobre ellos, pero sólo los más marvelianos reconocerán al personaje estrella del segundo de los clips.