Crítica:’Coherence’

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‘Coherence’ fue la sorpresa del último festival de Sitges (ya que se llevó los premios de mejor film para el jurado joven y mejor guión ), razón por la que acudimos a su visionado con demasiadas expectativas. Sin embargo, nos encontramos con un producto hecho para la reflexión que se queda a medio camino de sus posibilidades. Un grupo de amigos se reúne tras un tiempo sin verse en una noche en la que un cometa está surcando el cielo. Tras un apagón aparentemente momentáneo las cosas empiezan a ponerse raras, no sólo entre ellos, sino que empiezan a creer que el acontecimiento espacial esta causando efectos extraños en el vecindario.

 

‘Coherence’ destaca por abrir un mundo rico dentro de la ciencia ficción, el de las realidades paralelas y alternativas y comienza a desarrollarla con maestría demostrando un alto grado de verosimilitud y de dramatismo cercano, así como de tensión. Lo mejor es que demuestra que las buenas ideas y buenas películas no necesitan de grandes presupuestos sino de buenos guionistas, suspense y un buen montaje. No obstante según pasa el tiempo ese punto medio de tensión se vuelve plano, sin picos, sin acontecimientos de inflexión importantes y sin resoluciones claras, es decir, no pasa gran cosa o al menos no se cuenta con intensidad. No sabemos muy bien si la idea era quedarnos en un punto de terror demasiado psicológico sin imágenes sugestivas, ni cruentas, ni acciones violentas, punto en el que no generamos mucha duda ya que todo se ca aclarando poco a poco, y el espectador sólo le queda por desarrollar un final abierto, desde nuestro punto de vista también un poco flojo, o si nos encontramos ante el miedo de no saber resolverse sin usar unos efectos especiales cuyo costo no se puede pagar.
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El elenco de actores- donde destaca el protagonismo de Emily Baldoni y donde el más conocido es Nicholas Brendon- cumple por otro lado su misión constituir un perfecto grupo de viejos amigos con sus problemas personales y grupales, sus envidias y secretos ocultos, que son los que potencian el conflicto y el interés por la historia. Pero tampoco se ahonda demasiado en los miedos y tragedias latentes entre ellos. Se apuntan, pero explotan sin causar todo el estropicio que pudieran, de hecho cuando más provocan el estallido no se aprovecha en función del lado terrorífico, de ese miedo cotidiano o locura humana que habita en cada uno, esa perdida de nervios, que tan bien funciona en multitud de cintas, sino que se resuelve rápido sin hacer mucho ruido.

No obstante James Ward Byrkit apunta maneras en lo que se trata de su primer largometraje, que sigue un poco los pasos de su corto ‘fractalus’ y el tono del primero ‘Yes, and…’. Imagínamos que ‘Coherence’ habría funcionado mejor en este formato, pero como comienzo no ha estado mal. Seguiremos atentos a los guiones y películas, de Byrkit, curiosamente también guionista de la cinta de animación ‘Rango’, además de escribir el resto de sus proyectos ‘realizados’.