Desaparece «El cuerpo», pero aquí está la crítica

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Oriol Paulo, director de la película que nos ocupa hoy, ya estuvo co-escribiendo el guión de «Los ojos de Julia» y sabe muy bien cómo trabaja Belén Rueda y cómo se adapta al personaje que crea. Supongo que por eso ella vuelve a acaparar parte del protagonismo en «El Cuerpo», un thriller nacional que apunta maneras y que está recabando buenas y excitantes críticas. Creo que yo voy a discrepar un poco con la opinión general, pero admito que me ha entretenido y que era lo que esperaba en ese sentido.

Breve sinopsis de «El Cuerpo»

El cuerpo de Mayka Villaverde (B. Ruea) desaparece de la morgue. El vigilante es atropellado cuando sale en busca del posible ladrón y acaba en coma. La policía inicia una investigación. Llaman a Álex Ulloa (Hugo Silva), prematuro viudo y heredero de la fortuna de Mayka. Tampoco entiende qué ha podido pasar porque no hay nadie más sorprendido: fue él mismo quien la mató. Quizá algo salió mal.

Oriol Paulo nos hace una presentación muy buena de «El Cuerpo». Pocos lugares impresionan más que una morgue y ahí es donde se desarrolla gran parte de la acción de la película. Es un acierto, sin duda. Aunque solo al principio. Es lo mejor que tiene la película y eso se lo concedo sin miramientos.

La historia se abre con el espeluznante suceso de un cuerpo desaparecido, el cuerpo de Mayka Villaverde al que el mismo viudo suministró una dosis letal de una toxina. No parece que le venga bien que alguien se lo haya llevado, máxime cuando la toxina se diluye en la sangre y se vuelve indetectable en los exámenes forenses porque esto, obviamente, le crea problemas con la policía, que va a investigar hasta sus calzoncillos. Su amante (Aura Garrido), con la que ha planeado esto, tampoco sabe nada. También nos introduce al personaje del inspector atormentado (José Coronado), un clásico en el cine de este género, pero que aceptamos. Conocemos a la muerta a través de diversos flashbacks que nos dejan clara su personalidad dominante a la par que irritante (Belén Rueda hace un buen trabajo al respecto).

El nudo también es interesante. Consigue lo que busca: te mantiene intrigado, con interés por saber si Álex Ulloa está loco, si Mayka Villaverde es tan retorcida como para hacerse pasar muerta para escarmentar a su asesino amorcito o si la amante del frustrado viudo ha hecho algo que haya puesto en riesgo el plan porque la cosa se complica a cada minuto.

Pero como suele suceder con estas cosas con tantos hilos, el final se vuelve precipitado y, qué os voy a decir, inverosímil. Eso sí, uno se tiene que quedar pensando un rato para encontrarle fallos (aparte del evidente, que ni sugiero ni desvelo para evitar los spoilers) y por eso creo que, dentro de lo malo, ha salido algo aceptable. Al menos entretiene y capta la atención. Es verdad que a veces algunas reacciones del protagonista nos hace resoplar de fastidio porque para nosotros son impensables, pero es lo que hay y es la extraña lógica de este tipo de película.

Otros aspectos de «El cuerpo»

No puedo pasar por alto la extraña y ridícula caracterización de José Coronado. Esto es algo que rechina desde el principio. Otra cosa que a veces resulta molesta es la reproducción de los diálogos sin interiorizar. A veces escupen las palabras de forma impersonal, porque el guión lo exige y no porque el personaje quiera intervenir así. Eso no es enteramente culpa del director, pero creo que hay que tenerlo en cuenta.

Haciendo un balance general sobre «El cuerpo», diría que está bien porque cumple su función. No quiere innovar, no se vale de recursos extraños para contarnos la historia, muestra un comienzo inmejorable junto a un buen ritmo y el final, desde luego, no te deja indiferente. Por supuesto, es mejor abstenerse de hacer comparaciones. +

Un siete de diez.

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