Terrence Malick se hunde en Venecia

La Mostra de Venecia, que por estas fechas se celebra en la correspondiente ciudad italiana, suele ser el momento ideal para que los directores más prestigiosos de todo el mundo saquen a la luz sus productos para la nueva temporada. Entre todos esos talentosos autores, el turno para Terrence Malick llegaba en la mañana del día 2 de septiembre, es decir, hace apenas unas horas. Las expectativas, disparadas: El director de «El arbol de la vida», uno de los filmes más atractivos de los últimos tiempos (y la mejor fotografía que recuerda el aquí firmante) presentaba «To the wonder», el esperado nuevo giro de tuerca al «estílo Malick». Y lo cierto es que si nos ceñimos a la reacción de los presentes en el pase, el filme dará que hablar.

Para valorar una obra, uno debe enfrentarse a ella en las salas de cine. Parece algo lógico. Pero el filme de Malick ha logrado la difícil tarea de poner de acuerdo a todos los presentes en la proyección: el filme es horripilante. Entre los comentarios que se han podido escuchar a la salida de la sala, los calificativos de «ridícula», «cursi», «autoparódica» y, sobre todo, «decepcionante» eras los más generalizados. Pese a la unanimidad en el linchamiento, tales calificativos podrían deberse a las elevadas expectativas creadas alrededor del filme. Rompiendo una lanza en favor del director de Texas, cuando uno alcanza la pureza lograda con «El arbol de la vida», tanto a nivel formal, como de fondo, lo normal es decepcionar en sucesivas obras. Nuestro Javier Bardem, que en la película interpreta a un cura en plena crisis existencial, no sale mejor parado, si bien parece lastrado por el conjunto de la obra.

A todo esto, el que ha logrado un entusiasmo generalizado tras la proyección de su filme es Paul T. Anderson. «The Master» empieza con buen pie en la larga temporada de premios que comienza, y que no nos va a dar respiro hasta marzo de 2012.