‘JOBS‘ es uno de esos biopics a primera vista oportunistas y hechos demasiado deprisa y pronto. A medida que nos introducimos en esta historia que alcanza las dos horas de metraje, nos damos cuenta de que se trata de una verdad a medias, ya que en ningún momento parece, ni para bien ni para mal, caer en lo intimo o sensacionalista. Nos hallamos así ante una película que da la sensación de ya haber sido vista y que no se mancha demasiado las manos para contar la trayectoria de Steve Jobs o de Apple.
‘JOBS’ ofrece una visión global de parte de la vida del genio informático y su empresa demasiado resumida. Hay que decir que no faltan los conocidos discursos y el famoso temperamento, tanto el inicial egolatra y obsesivo, como su pasión desmesurada por la creación personal, pero el arco de transformación del retratado y la explicación de los hechos brilla por su ausencia de desarrollo. Montada en unos 4-5 capítulos bien elegidos, las elipsis entre unos y otros no están bien resueltas, es decir, el montaje de escenas de paso en muchos casos, excepto el primero, no nos cuentan todo lo que ha pasado ni se nos dice después, simplemente se obvian. DE este modo nos faltan datos, y para el no iniciado en la biblia e historia de Apple hay fases de creación y evolución de producto y compañía que quedan algo dificiles de entender, al igual que cuesta saber que es lo que este JObs tan aclamado hace allí en concreto, aparte de dar ideas y órdenes. Asimismo, la personalidad del protagonista tampoco es explotada por falta de inmersión e introspección en el personaje, e incluso aunque bien claros nos quedan sus defectos, tampoco es que se regodee ni haga de ellos un recurso atractivo (que lo sería). Apple lo inunda todo, sin que la pasión y la grandiosidad de sus repercusiones sean transmitidas al espectador. En resumen se olvidan de lo realmente importante: emocionar e interesar, en algunos de los sentidos.
Ashton Kutcher, intentando salirse de su papel de guaperas de poca sesera habitual, se queda anclado en las miradas intensas, limitado por escenas con pocas posibilidades, aunque en algún momento se ponga a la altura del tono requerido. No obstante, la decisión de creértelo es dificil, ya que el salto de playboy con pocas luces, eso si informático, de ‘Dos hombres y medio’ a deslumbrante visionario con físico sin importancia de ‘Jobs’, es demasiado grande.
Las comparaciones con ‘La red social’ de David Fincher son inevitables. Quizás todos esperasemos que el resultado final fuese parecido, sobre todo porque ambos creadores, el de Facebook y Apple, parecen tener en sus inicios bastantes similitudes: una gran inteligencia, brillantez, ideas visionarias, una gran confianza y una incapacidad para tratar personalmente con las personas para las que hacen sus inventos. Sin embargo, mientras la biografía, sin redención, de Mark Zuckerberg resultaba la interesante historia de un chico raro, insociable y genial, a momentos cruelmente graciosa, éste que hoy nos ocupa no rebasa el nivel del telefilm que ya se podía ver en la tvmovie de ‘Los piratas de Sillicon Valley’
‘JOBS’ que se estrena este viernes 20 de septiembre generaba unas expectativas muy altas, teniendo en cuenta que quizás era muy pronto para recapitular y escribir un buen libreto para la vida de Steve Jobs, que hará en octubre sólo 2 años que falleció. De hecho el guionista Matt Whiteley debuta con este film y el director Joshua Michael Stern realiza su tercera película con esta, tras ‘El último voto’ y ‘El libro mágico’. Por ello, esperamos que si en algún momento alguien recurre a la vida del fundador del Mac, lo haga con más sabiduría, ingenio, pasión y tiempo de reflexión que haría falta.
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