Crítica: ‘Los mercenarios 3’

Crítica de 'Los mercenarios 3'

Crítica de 'Los mercenarios 3'

‘Los mercenarios 3’ es el film que cuenta las nuevas aventuras del grupo de cachas y viejas glorias del cine acción de toda la vida sin ganas de jubilarse, ni razones para ello. Si bien las dos pasadas ediciones de las peripecias de Sylvester Stallone demostraban que él y su bien nutrido grupo estaban en forma, haciendo un alarde de músculos, tiros, humor y autoparodia con buen ritmo narrativo, en este caso, la cosa se deshincha. Es verdad eso de que quien mucho abarca poco aprieta.

El prólogo de ‘Los mercenarios 3’ pinta bien. Sin necesidad de buscar un argumento demasiado complicado allí aparecen los aguerridos soldados a sueldo para salvar a un compañero cuya presencia es bastante peculiar y divertida: Wesley Snipes. El que puede decirse que fue el antagonista más excéntrico y excesivo de Sly ,en el film ‘Demolition Man’, es fichado para este film con un personaje que se ríe de los personajes clichés de su carrera( y la de tantos otros),con su coletilla incluida. Desgraciadamente tras un par de escenas la atención de la historia se centra en otras cosas y se desaprovecha su papel.

Si alguien le podía seguir en gags  a Snipes, es el otro desmesurado enemigo de Stallone: Antonio Banderas , quien ya hizo tandem con él en ‘Asesinos’, uno de los trabajos más locos y ‘enfáticos’ del malagueño. Aquí Banderas se desata y es el mayor gancho de film en cuanto a risas. Con él y el actor de ‘Blade’ unidos a la camarilla de Sly, Jason Stathan, Terry  Crews, Dolph Lundgren y Randy Couture, nos había bastado para enfrentarnos al nuevo villano, Mel Gibson, que también desafortunadamente resulta breve y contenido.

Sin embargo, el nuevo director,  Patrick Hughes, se alarga y nos aburre con la típica llegada de nuevos cachorros al grupo para asegurar supuestamente el éxito de la misión frente a los héroes viejunos: actores como Kellan Lutz,  Ronda Rousey, Victor Ortiz y Glen Powell, nos estorban en sus poses arquetípicas y anodinos, aparte de no añadir nada interesante a la trama. Además su presentación no puede ser más lenta y sus personajes menos ‘chispeantes’. Nos hacen desear ver a los yayos en acción, ya que al final son los que buenamente reparten el pescado.(Una excepción: Harrison Ford no está a la altura del género, le hace falta otra presencia y otra edad. Esperamos que para Star Wars se haga al menos unas tablas de ejercicios)

Así Hughes  se deshace de lo que a los mercenarios les hace ser los mercenarios y omite la agilidad y la brutalidad de rodaje y montaje de Stallone, no recrea las explosiones y peleas con su misma sabiduría y no aprovecha el sarcasmo de su guión. El film intenta ir a un esquema más convencional en cuanto a tipos e historias y en eso se equivoca: cuanto más bizarro, en este caso, mejor.

Por otro lado, no le reprochamos que técnicamente la película está muy bien hecha, hay más medios invertidos y se nota,  y también se huele el buen rollo  y la química entre todos los actores,  especialmente entre los más maduros, pero simplemente echamos de menos a ‘Los Mercenarios’ 1, ya que está tercera entrega nada tiene que hacer a su lado y mucho menos con el taquillazo de este fin de semana ‘Guardianes de la Galaxia’